Hoy celebramos la fiesta de
Jesús sumo y eterno sacerdote, esto ¿qué significa? Las lecturas de hoy me han
ayudado a clarificarlo. Primero significa que es el mediador entre nosotros y
Dios, es la primera persona que intercede por nosotros, el primero y el más
grande que tenemos. Esto porque un sacerdote es el que hace de puente entre los
hombre y Dios, ofreciendo sacrificios, haciendo oraciones, para que el pueblo
pueda tener comunión en la celebración de su fe, para que Dios perdone las
ofensas de todos.
Esto parece como si Dios fuera
un castigador y el sacerdote aplacara su ira, tal como lo creían los pueblos
antiguos de América. Sin embargo Jesucristo es un sacerdote de un Dios de amor
y de perdón, no es sacerdote de un Dios que tiene ira. Por eso Él es la puerta
de acceso al amor de Dios, al amor que Dios nos quiere regalar, la puerta hacia
el amor de Dios se ha cerrado por el mal que hay en nosotros (orgullo,
soberbia, egoísmo, etc.) nosotros mismos la hemos cerrado; por esto el
sacrificio que hace Jesús es para liberarnos del egoísmo, del orgullo, del
desamor y desea que continuemos haciendo este sacrificio, tal como él lo dice
en el evangelio: Esto es mi cuerpo, que
se entrega por vosotros, haced esto en memoria mía.
El sacrificio que Jesús hace y
el que nos pide continuar es el sacrificio de amar, de mantener la comunión
entre nosotros, este amor y comunión no se consiguen si no implicamos y
entregamos nuestra propia vida, nuestro propio corazón en ello. Jesús lo sabía y por eso lo hizo primero. Él
aprendió a ofrecerse totalmente al Padre, ofrecer su cuerpo, su sangre, su
voluntad hoy es lo que nos pide aprender en esta fiesta y más que aprender a
creer.
Digo creer porque Jesús al
ofrecerse, al ser el sacerdote supremo, nos capacita para que nosotros en él,
con su amor, nos ofrezcamos al Padre; que también seamos mediadores entre
nuestros hermanos y Dios. Él sostiene nuestra entrega y por él podemos amar
realmente como cristianos sino fuera imposible.
Él, como dice la primera lectura,
nos enseña a acoger el dolor como él lo hizo, nos da la fuerza y la posibilidad
de enfrentar el sufrimiento más terrible, si creemos en él podremos pasar por
el fuego y no nos quemaremos, por el agua y no nos ahogaremos, sólo con la fe
en su amor es posible soportar lo más terrible sin caer en la locura o en la
desesperanza total.
Gracias Jesús porque eres el
primero que se lanza a buscar y a entregarse a Dios para que nosotros podamos
hacerlo, gracias porque eres el primero en acoger el sufrimiento y ofrecerlo
por el mal del mundo, eres el primero en amar resistiendo todas las
consecuencias para que nosotros podamos hacerlo.
Fortalécenos con tu amor, con tu
entrega, con tu gracia, para que podamos también ser puentes y llevar a muchas
personas al encuentro contigo, con el Padre, con el Espíritu Santo.
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