Hoy Jesús
en el evangelio (Juan 5,31-33. 36-47) va dando argumentos a los que no quieren
creer en él para que reconozcan que en realidad Él es el Mesías. Esto me gusta
porque es un tema muy actual, hay muchos que no creen en Él, incluso los que “estamos
más cerca” de Él o los que estamos “dentro de la Iglesia” pasamos por momentos
o etapas de incredulidad, de duda o de lejanía, tal como los discípulos. Jesús
nos recuerda dónde podemos encontrarle, dónde nos busca y nos sale al encuentro
para aumentar nuestra fe, para que estemos más cerca de él; especialmente en
este tiempo de cuaresma.
Primero
habla de Juan bautista que ha dado testimonio de él, es un predicador que
denunciaba y “daba caña”, como dicen aquí en España, a la gente que tenía una
vida desordenada; hoy se nos presentan, a veces, estos personajes que hacen las
veces de Juan Bautista en nuestra vida, quizás el sacerdote, un misionero o
misionera, un conocido, etc., que puede llegar a ser hasta pesada y molesta pero
que quizás, si nos ponemos a pensar objetivamente, lo que nos dice es para
nuestro bien. Pueden tener el efecto de cerrarnos o abrirnos a la presencia de
Jesús, a su amor a sus palabras; también dependerá del amor que estas personas
pongan en su misión.
Luego
habla de las obras que él realiza, esto lo relaciono con las circunstancias que
vivimos, que si miramos bien hay mucho de milagro allí, hay mucha mano de Dios
metida allí; en nuestras vida sólo por el hecho de tenerla ya es un milagro,
ahora el paso es poder ver las obras que Jesús hace en mi vida, los pasos que
he dado, las personas que me quieren, los talentos que tengo; ver los pequeños
milagros allí le puedo reconocer.
Después
habla de la voz de Dios, para mí es la voz de Dios en mi conciencia, en nuestro
interior hay muchas llamadas a acercarme, a caminar, a poder abrirme a su amor…
¡a tener fe! Nos invita a enfrentar la vida con él, a dejarnos guiar por el
Espíritu en la conciencia para encontrarle.
Las
escrituras, es decir, la Biblia es la última fuente que nos habla este
evangelio en donde le podemos encontrar. Son las palabras de Dios dirigidas a
nosotros y qué interesante que no dice allí están los secretos de cuándo se
acabará el mundo, o allí descubriréis si la Iglesia puede abolir el celibato o
no, etc. Lo primero que dice es que allí se habla de mí, es decir allí me podéis encontrar, allí puedo
hablarte personalmente.
Hoy Dios
usa todos estos canales para llegar hasta nosotros, para trasmitirnos su amor;
y precisamente esto es lo que dice a la gente en el evangelio, daros cuenta que
estoy aquí, lo más importante es que yo he llegado, que yo estoy cerca de tu
vida y si quieres puedes encontrarme…
Señor ayúdame a recibirte y a estar atento a
tu voz en todas estas formas en las que te expresas y das testimonio de tu
presencia en mi vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario