Lineas para la Oración

PASOS PARA ORAR

1. LUGAR. Primero busca un lugar adecuado en silencio
2. ESCUCHA. Pide ayuda al Espíritu Santo poder escuchar. Lee el texto detenidamente, pregúntate ¿Qué dice el texto?
3. ASIMILA. Pregúntate ¿Qué quiere decir Dios en su Palabra hoy? actualizar su palabra, confrontar lo que creemos con sus valores
4. ORACIÓN. ¿Qué me parece ese mensaje qué le diría yo a Dios? exprésale tus sentimientos, dar gracias.
5. CONTEMPLACIÓN Y PRÁCTICA. Serenidad ante lo que Dios te dice, nos ayuda a ver la realidad de una manera distinta,
¿Cómo practicarías este mensaje? y atrévete a compartirlo a otros.

jueves, 19 de abril de 2012

¡DESPIERTA MI CORAZÓN, DESPIERTA MI FE!



Esta mañana pedía al Señor que despertara mi corazón y mi mente par poder escuchar su voz y sus Palabras, es que esta mañana tenía más sueño de lo normal, pero poco a poco fui despertando. Es muy importante estar despierto interiormente para poder recibir lo que Dios cada día nos quiere regalar, hoy Jesús nos trae el testimonio del amor que ha experimentado del Padre, nos trae las Palabras que ha escuchado de él, es lo que dice el evangelio de este día.

El que viene de Dios trae ese testimonio de amor y de palabras, de vida y verdad; y para qué lo trae, pues Él quiere introducirnos en la relación con Dios, con un Dios bueno, amoroso, con un Dios que es misericordioso, con un Dios que le importa nuestra vida y que quiere hablarnos. Nos cuenta cómo es Dios en realidad, un testimonio sólo lo puede dar alguien que haya presenciado los hechos en primera persona, Jesús es aquel que ha experimentado el Amor del Padre en primera persona.

Aquel que acepte este testimonio, dice Jesús, acepta a ese Dios bueno que es capaz de tocar nuestra humanidad por enseñarnos a amar, por enseñarnos su verdadero rostro; quien no acepte este testimonio no cree en la misericordia, ni en la paz, ni en el perdón de Dios por lo tanto se condena así mismo, porque cree en un Dios implacable, de leyes, de fatalidad, de castigo, un Dios al que ninguno podemos responder. Por eso quieres despertar nuestra fe, apelas a nuestra creencia Señor; nos invitas a creer, hoy otra vez, que estás vivo, que eres el Hijo de Dios, que has vivido tu pasión y resurrección por mí.

Recuerdo cuando comencé a creer más fuertemente en ti, me encontraba en la duda, no sabía si creer en todo eso de la resurrección, de que tú eres Dios y hombre, me costaba mucho pero veía que quienes creían en ti (de verdad) eran felices; yo aceptaba la idea de un Dios creador pero la de Jesús hijo de Dios me superaba, sentía angustia porque no podía seguir siendo católico de nombre y tener estas dudas, te pedí poder creer, si existes dame una respuesta te dije y en aquella cita de la Biblia la encontré: No se turbe vuestro corazón. Creéis en Dios; creed también en mí. En la casa de mi Padre hay muchas habitaciones, si no, os lo habría dicho; porque voy a prepararos un lugar (Juan 14, 1-2) Qué alegría experimenté aquel día cuando sentí en mi corazón que con estas palabras me respondías, pensé: ¡tú hablas y me respondes por lo tanto existes!, conoces las dudas de mi corazón y aún así me aceptas y me dices que tengo un lugar con Dios. Desde ese día Señor creo más en ti, ese día despertaste mi fe, y creo más cada vez que me confirmas que estás vivo, con tus palabras y con tus hechos, desde allí y conozco la alegría de conocerte, de vivir contigo un poco de lo que nos quieres preparar en la casa del Padre.

Ayúdanos Señor a buscar tu presencia, a tener la confianza de abrirte nuestro corazón como Nicodemo, que podamos aceptar tus Palabras y tu amor, aceptar tu vida. Que como los discípulos de la primera lectura, ante todo, sigamos tu voluntad y nos atrevamos a desafiar aquellas personas que nos quieren alejar de Dios.

Ayúdanos a cuidar nuestro corazón y tu amistad con nosotros. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario