Lineas para la Oración

PASOS PARA ORAR

1. LUGAR. Primero busca un lugar adecuado en silencio
2. ESCUCHA. Pide ayuda al Espíritu Santo poder escuchar. Lee el texto detenidamente, pregúntate ¿Qué dice el texto?
3. ASIMILA. Pregúntate ¿Qué quiere decir Dios en su Palabra hoy? actualizar su palabra, confrontar lo que creemos con sus valores
4. ORACIÓN. ¿Qué me parece ese mensaje qué le diría yo a Dios? exprésale tus sentimientos, dar gracias.
5. CONTEMPLACIÓN Y PRÁCTICA. Serenidad ante lo que Dios te dice, nos ayuda a ver la realidad de una manera distinta,
¿Cómo practicarías este mensaje? y atrévete a compartirlo a otros.

miércoles, 4 de abril de 2012

EL PODER DEL PERDÓN



Las lecturas de hoy continúan en el contexto de antes de la pasión, de la última cena de Jesús; aún no ha llegado el Jueves Santo pero ya los evangelios nos van introduciendo en el espíritu de lo que van a ser estos días santos. Para prepararnos y que no lleguemos tan fríos.
             Hoy me encuentro pidiendo por mi familia, por las diferentes actividades que se realizan en nuestra comunidad en estas fechas, también por las celebraciones que se hacen en la Iglesia, que no sea una semana santa más sino que sean unos días de encuentro, de contactar con  Jesús, como ya he compartido los días anteriores.
                Me impresiona el evangelio de hoy porque me he quedado mirando a un personaje: Judas, el que entregó a Jesús, me llama la atención por qué lo hizo, me doy cuenta que busca algo para sí mismo porque pregunta a los sumos sacerdotes: ¿Qué estáis dispuestos a darme, si os lo entrego?  A Judas no le importa que sea su amigo, le importa el beneficio que saque de esto, creo que en una situación límite fue negociante, quiso salir airoso de un mal panorama y además sacar beneficio de la situación. En resumen sólo le importó su bienestar. Esto me  hace pensar que todos tenemos un poco de Judas, cuando peligramos sale de nuestro corazón lo que más nos importa: nosotros mismos, mi yo, mi vida. Por esto mismo Pedro lo negó, se estaba protegiendo, por eso mismo los otros se fueron, cada uno huyo por su vida.
             Hoy también he preguntado a Jesús que si para Judas había perdón, será que ¿aquel que te entregó puede ser perdonado?, eso me inquietaba porque al leer los evangelios parece que Judas estaba destinado a la condenación, destinado a entregar a Jesús y a irse al infierno y pienso: ¿existirán algunas personas destinados a hacer el mal, a condenarse? Esto parece que es así cuando voy conociendo personas; pero creo que tus últimas palabras en la cruz me hacen reflexionar sobre el asunto y llegar a una conclusión… Padre perdónales porque no saben lo que hacen, esto me ayuda mucho porque tú Jesús llegas hasta el final no por demostrar tu fuerza de aguante, no por demostrar la fuerza que tiene el mesías de aguantar golpes, sino que demuestras la fuerza que tiene el Amor para poder Perdonar todo eso, el poder del Perdón es el más fuerte que nos has mostrado, el poder de la misericordia, de un Padre amoroso que abraza el cuello de su hijo cuando este le ha perjudicado muchísimo, el poder de sanar los pecados de los hombres, de devolver la dignidad a las mujeres de mala vida, de mostrar la compasión y el perdón. Gracias porque a todos nos das la máxima enseñanza con tu pasión… Dios es amoroso y compasivo, perdona siempre y perdona todo.
                En estos días de pasión me gustaría contactar con tu corazón misericordioso y sentirme sostenido por ese amor cuando me descubra actuado como Judas, queriendo sacar beneficios personales por encima de la desgracia del hermano, saltándome los valores de la lealtad y de la amistad por mi egoísmo, burlándome del inocente o desprestigiado para ser el centro de atención, despreciado al que no es de “mi condición”, mirando con malos ojos al extranjero y al otro que la pasa mal, condenando a la ligera los errores de mi prójimo.
                Me encantaría Jesús que en esta pascua me hicieras un trasplante de corazón, que me dieras un corazón compasivo y misericordioso, que perdone y se ubique en los padecimientos de mis hermanos. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario