Lineas para la Oración

PASOS PARA ORAR

1. LUGAR. Primero busca un lugar adecuado en silencio
2. ESCUCHA. Pide ayuda al Espíritu Santo poder escuchar. Lee el texto detenidamente, pregúntate ¿Qué dice el texto?
3. ASIMILA. Pregúntate ¿Qué quiere decir Dios en su Palabra hoy? actualizar su palabra, confrontar lo que creemos con sus valores
4. ORACIÓN. ¿Qué me parece ese mensaje qué le diría yo a Dios? exprésale tus sentimientos, dar gracias.
5. CONTEMPLACIÓN Y PRÁCTICA. Serenidad ante lo que Dios te dice, nos ayuda a ver la realidad de una manera distinta,
¿Cómo practicarías este mensaje? y atrévete a compartirlo a otros.

martes, 10 de abril de 2012

EN MI CORAZÓN TÚ VIVIRÁS


Estos dos días los misioneros de Loeches estamos de retiro, yo me he escapado un ratito para compartirles mi oración.
Ayer veíamos cómo la resurrección de Jesús trae esperanza a los discípulos, gozo y alegría. Pero no sólo eso, Jesús se presentó de otra manera porque las mujeres no le reconocían, en el evangelio de hoy lo dice; María Magdalena se quería aferrar a tu humanidad y Jesús le dijo: suéltame que aún no he subido a mi Padre, y es que ahora Jesús les propone otro tipo de relación, ya no sólo con el Jesús humano, ahora con el Cristo resucitado, aquel que puede habitar en sus corazones.
La tristeza de los primeros discípulos, Señor, al no tenerte cerca cambia al descubrir que estás presente en todos los lugares. En estos días a mí también se me abrieron los ojos ante tu resurrección, me refrescaste lo necesario que es el encuentro personal contigo, lo vital que es escuchar tu voz en mi corazón y hacer tu voluntad. Con tu resurrección nos recuerdas que no es suficiente hacer cosas por ti, obedecer a lo que dice la Iglesia, los superiores; hay algo que va mucho más allá… es una relación interna contigo, desde el corazón, desde mi mente, desde mi espíritu al tuyo. El Espíritu Santo nos introduce en esta relación contigo Jesús y podemos experimentar así el amor del Padre, el mismo que tú experimentaste todos los días de tu vida.
Es esta relación lo que da sentido a toda mi existencia, que me hace vivir la más aburrida rutina como algo extraordinario y es que esto es descubrirte vivo, que no eres una ideología, mandamientos o preceptos religiosos, que no eres sólo unos días festivos, procesiones, costumbres religiosas… ERES UNA PERSONA QUE QUIERE VIVIR CONMIGO.
Me llamas hoy no sólo a ser obediente sino a amar, no sólo a hacer cosas por ti sino a entregar mi corazón. Así como María Magdalena después que te encontró se fue corriendo a la misión, al anuncio de su experiencia de encuentro, así me invitas a mí a anunciarte, a correr y decirle a mis hermanos que estás vivo, que vives en mi corazón y que puedo escuchar tu voz.
Pidámosle al Señor esto, que podamos escucharle, que abramos nuestro corazón a su presencia, a su Palabra que él mismo nos dirige cada día y que esto nos empuje a anunciarle a nuestros hermanos. 

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