Lineas para la Oración

PASOS PARA ORAR

1. LUGAR. Primero busca un lugar adecuado en silencio
2. ESCUCHA. Pide ayuda al Espíritu Santo poder escuchar. Lee el texto detenidamente, pregúntate ¿Qué dice el texto?
3. ASIMILA. Pregúntate ¿Qué quiere decir Dios en su Palabra hoy? actualizar su palabra, confrontar lo que creemos con sus valores
4. ORACIÓN. ¿Qué me parece ese mensaje qué le diría yo a Dios? exprésale tus sentimientos, dar gracias.
5. CONTEMPLACIÓN Y PRÁCTICA. Serenidad ante lo que Dios te dice, nos ayuda a ver la realidad de una manera distinta,
¿Cómo practicarías este mensaje? y atrévete a compartirlo a otros.

jueves, 12 de abril de 2012

¡MIRA MIS MANOS Y MIS PIES!



Hoy Jesús se presenta en medio de la comunidad, aquellos que estaban juntos compartiendo la emoción porque a algunos se les había aparecido por el camino, otros le habían visto en el sepulcro. Pero todos estaban asustados, con miedo y por eso Jesús se presenta a confirmarles la realidad de la resurrección, les da la paz, les trasmite una experiencia comunitaria de gozo.
El hecho de la resurrección les superaba, esto de que un hombre muera y vuelva a la vida es muy difícil de creer, incluso para ellos que le habían visto en vida hacer tantas cosas. Por esto Jesús les muestra sus marcas, les dice que no es un fantasma, que confíen en su Palabra. Esto tiene mucha actualidad porque siempre podremos dejar abierta la duda a Dios, a no creer en su Palabra ni en su resurrección, incluso viéndole aparecer ante nosotros podemos luego pensar que fue una ilusión, que estamos mal de la cabeza, por eso lo único que nos garantiza entrar en la paz y en el gozo de la resurrección es abrirnos a la fe, a querer encontrarnos con él, tener la confianza de que el Señor nos dice la verdad en su Palabra. Después de esto allí se nos da la experiencia de encuentro personal con el Señor.
Quizá alguno de nosotros pudimos ir a algún evento de Pascua, como una convivencia, un retiro, unas misiones, alguna misa o simplemente vimos las procesiones y eventos por la tele. En cualquiera de estas actividades podemos confirmar la fuerza que sigue teniendo Dios porque empuja a mucha gente a organizar estos eventos, impulsa a muchos a entregarse a su servicio, vemos personas que sufren lo de todos pero aún así siguen sirviendo a Dios. Yo pienso que estas son las marcas que Jesús muestra a sus discípulos, las marcas actuales y nos dice ahora en el lugar de los discípulos: mira a la gente que continúa entregándose por mí, mira cómo se desgastan sus manos y sus pies, mira cómo siguen creyendo en mí. Y esto nos certifica que Jesús no es una idea, porque es una persona que sigue viva entre nosotros, que tiene fuerza para dar alegría y gozo a muchos de los que hemos visto en esta semana santa.
Muchas de estas personas las vemos en la gloria, en la felicidad no superficial, sino en una felicidad que les produce el entregarse por otros, el amar a los demás; creo que esta es la resurrección que en comunidad podemos ver en nuestras vidas y que hoy Jesús, desde dentro del corazón, nos llama a ser parte de ella.
Hoy el Señor nos dice: Te invito a ser parte de mi familia, de esta comunidad, de esta Iglesia, te invito a que seas mi testigo, si hoy puedes escuchar mi voz y recibir mi amor, te invito a que te atrevas a invitar a otros, te invito a que tú puedas ser mis manos y mis pies marcados por la entrega dolorosa pero feliz y generosa.
Pidamos hoy al Señor que su resurrección, que su presencia en nosotros sea nuestra alegría y nuestro gozo, el único gozo que nos conduce a la vida, a la felicidad verdadera; el único gozo que se puede trasmitir a otros, la felicidad de encontrarse un Dios vivo que siempre está con nosotros.          

No hay comentarios:

Publicar un comentario