Lineas para la Oración

PASOS PARA ORAR

1. LUGAR. Primero busca un lugar adecuado en silencio
2. ESCUCHA. Pide ayuda al Espíritu Santo poder escuchar. Lee el texto detenidamente, pregúntate ¿Qué dice el texto?
3. ASIMILA. Pregúntate ¿Qué quiere decir Dios en su Palabra hoy? actualizar su palabra, confrontar lo que creemos con sus valores
4. ORACIÓN. ¿Qué me parece ese mensaje qué le diría yo a Dios? exprésale tus sentimientos, dar gracias.
5. CONTEMPLACIÓN Y PRÁCTICA. Serenidad ante lo que Dios te dice, nos ayuda a ver la realidad de una manera distinta,
¿Cómo practicarías este mensaje? y atrévete a compartirlo a otros.

miércoles, 25 de abril de 2012

SERÁS MI TESTIGO POR TODO EL MUNDO



          Hoy celebramos la fiesta de San Marcos, el hombre que escribió el evangelio, al menos es lo que se cree. El evangelio de hoy termina diciendo algo que me ha gustado mucho Ellos se fueron a pregonar el Evangelio por todas partes, y el Señor cooperaba confirmando la palabra con las señales que los acompañaban. Me gusta esto porque nos da a entender cómo el Señor sigue estando en la misión que van haciendo los discípulos, la va confirmando no sólo con milagros sino con el amor que hay entre ellos, con la alegría que viven estos discípulos; y es que esto de la misión es un don de Dios, de hecho a mí me gusta decir que la misión la hace el Señor a través el Espíritu Santo y nosotros somos los que le ayudamos.
               
           En la ayuda que prestamos al Señor es muy necesario mantener esa fidelidad a su Palabra, a su voluntad como lo decíamos ayer y es lo que nos aconseja la segunda lectura, una lectura preciosa sobre la obediencia y confianza en Dios. Nos invita a confiar en la experiencia de los otros, a ser humildes y dejarnos guiar por Dios, a confiarle todas nuestras preocupaciones porque él cuida de nosotros. Esto es lo que hicieron los primeros discípulos, lo que seguramente hizo el mismo San Marcos, dejándose guiar por Pedro, su maestro, y colaborando con Dios con el talento que había recibido: escribir.

                La actitud de dejarse guiar es una de las que podemos rescatar hoy de estas lecturas, dejarnos guiar por la Palabra de Dios y por las personas que van por delante de nosotros, las que nos dan un testimonio de fe en sus propias vidas; ahora se nos enseña a dudar de todo, especialmente en estos campos de la fe pero qué valioso es aquel que se deja guiar, es alguien que desarrolla sus capacidades humanas y espirituales más allá de lo que imaginó; pienso que San Marco nunca pensó que tantos siglos después se le recordaría y que sus escritos serían tan importante para nosotros, pero estoy seguro que Dios sí lo sabía.

                Otra actitud, Jesús, a la que nos invitas hoy es a la misión, a poder compartir la fe con otros, compartir la experiencia de encontrarnos contigo, de amarte, de experimentarte vivo en nuestras vidas. A dejarnos guiar por el Espíritu Santo para hacer llegar a otros la experiencia de tu resurrección; nos invitas a poner nuestros talentos en la misión que tú nos acompañas, a poner la confianza en ti para enfrentar los retos de nuestras vidas.

                No imaginamos la importancia que tenemos en esta colaboración que podemos dar al Señor, no imaginamos lo grande que puede llegar a ser nuestro testimonio sencillo, el guardar la Palabra de Dios en el corazón, creer en ella y querer ponerla en práctica.

Que podamos Señor poner nuestra confianza en tu Palabra para ser testimonio y ejemplo de otros que naufragan en la desesperación, la desconfianza y en el vacío, que los subamos a la barca donde tú estás, donde se encuentra tu amor y tu presencia mi Señor.   

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