Jesús sabe que su obra va a
continuar con estos hombres, él sabe que de alguna manera ellos seguirán
anunciando y haciendo sus prodigios y esto se extenderá y llegará a muchos. Hoy
se hace palpable cómo él pide por todos, por los discípulos que están con él y
por los que vendrán en el futuro, hoy sigue pidiendo por nosotros: no te ruego sólo por ellos, sino también por
los que creerán en mí por la palabra de ellos, para que todos sean uno, como
tú, Padre, en mí y yo en ti, que ellos también lo sean en nosotros.
Pides Jesús por nuestra unidad
contigo, por nuestra relación, unirnos a ti, a los primeros apóstoles, a toda
la Iglesia. Esto lo expresas claramente quieres que estemos muy cerca de ti,
del Padre, de todos los que creen en ti; en este mundo donde vamos creando
divisiones por diferentes nacionalidades, realidades económicas, raciales,
religiosas, donde tenemos la apariencia de ser muy globalizados y unitarios en
realidad dejamos que se imponga un sólo estilo de vida y una sola forma de
pensar. Cuando tú, Jesús, quieres que nos una el mismo amor, la misma fe, el
mismo deseo de ser hermanos, no que nos unan las armas, el dinero o el
autoritarismo.
Jesús, en esta realidad la misión
de cada uno de nosotros es muy importante, la misión de cada cristiano es ser
tus continuadores, pides también por esta cadena de testigos que vienen desde
aquellos primeros hombres y mujeres que vivieron contigo, y además por aquellos
que van a creer también por nuestras palabras.
Quieres, Señor, continuar la
misión de dar a conocer al Padre a través de nuestra vida, quieres seguir
difundiendo tu amor en el mundo a través de nosotros ¡Qué fuerte!: les he dado a conocer y les daré a conocer
tu Nombre, para que el amor que me tenías esté en ellos, como yo también estoy
en ellos. Este amor del que hablas es el que ya nos estás dando y esta obra
de dar a conocer el Nombre de Dios es la obra que quieres seguir haciendo con
nuestra vida; gracias por contar con nosotros aunque seamos limitados.
La promesa que hace Jesús al
Padre se ve cómo se cumple en Pablo, en la primera lectura, está dando
testimonio de Jesús en una situación crítica pero aún así sigue haciéndolo con
toda la fuerza. En este libro de los hechos de los apóstoles vemos cómo una
comunidad va siendo impulsada por el Espíritu para dar la Palabra de Dios a
todos, creando unas nuevas formas sociales, una nueva forma de relación,
creando una nueva familia, una familia de Dios, que era el deseo de Jesús.
Pidamos al Señor que nos regale
poder ser sus instrumentos de amor, de unidad, de paz, de trasmisión de su Palabra.
Que podamos creer que, a pesar de nuestro pecado y debilidad, él puede sacar de
nosotros unos nuevos apóstoles, unos nuevos cristianos que compartan la alegría
del Espíritu Santo con los que conviven.
No hay comentarios:
Publicar un comentario